La zanahoria es una de las hortalizas más antiguas del mundo, habiendo sido un alimento principal por su fácil almacenaje para el invierno, y por ser rica en nutrientes y saciante.
Esta hortaliza la podemos encontrar todo el año en sus diferentes variedades.
No es un alimento muy calórico pero muy rica en minerales, principalmente potasio, calcio, hierro y magnesio. También es rica en fibra, y su color naranja se lo debe al caroteno, que es precursor de la vitamina A.
En crudo facilita el tránsito intestinal y ayuda al estreñimiento, al contrario que cocidas, ya sea en sopas o purés.
Tanto en crudo como cocinadas, intensifican su sabor aderezadas con hierbas, ajo y cebolla o frutos ácidos como la manzana, el limón la naranja, la piña o las uvas pasas.
Como curiosidad comentar que su intenso color naranja no aparece hasta el siglo XIX que fue modificada, enriqueciendo su contenido en carotenos que le da ese color. En sus orígenes era una raíz esférica, de color violeta, dura y fibrosa.
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