Las patatas, en contraste con lo que escuchamos a menudo, no engordan. Tienen un bajo contenido calórico y nos llenan rápidamente. Sin embargo, debemos mantener los dedos alejados de la patata procesada, especialmente si se ha agregado mucha grasa, como en el caso de las patatas fritas.
Las patatas se encuentran entre las mejores fuentes de potasio (400 mg por 100 g), lo que es bueno para regular el equilibrio hídrico en el cuerpo y para la función celular. El potasio es importante para nuestro estado de ánimo y nuestra función renal. Además, es alcalina y puede prevenir la hiperacidez del organismo.
Por cierto, la mayor parte del potasio está en la piel, por lo que debe comersela patata con la piel, si proviene de agricultura ecológica.
Para estómagos sensibles, las patatas son una bendición. Para problemas estomacales, el jugo de patata recién exprimido puede ayudar si se toma diariamente durante un período de tiempo prolongado.
En el pasado, las envolturas frías hechas con patatas crudas con piel también se usaban para mejorar los dolores reumáticos y los esguinces.
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